En uno de los pasajes de la Ciencia de la Lógica (1813), Hegel reflexionaba:
Para que el yo sea comienzo y fundamento de la filosofía, se precisa de su separación de este concreto, es decir del acto absoluto, por medio del cual el yo se purifica de si mismo y penetra en su conciencia como el yo abstracto. Sin embargo este yo puro no es un inmediato, ni el yo conocido; no es el yo ordinario de nuestra conciencia, el cual podía anudarse directamente y para todos la ciencia
Para que el yo sea comienzo y fundamento de la filosofía, se precisa de su separación de este concreto, es decir del acto absoluto, por medio del cual el yo se purifica de si mismo y penetra en su conciencia como el yo abstracto. Sin embargo este yo puro no es un inmediato, ni el yo conocido; no es el yo ordinario de nuestra conciencia, el cual podía anudarse directamente y para todos la ciencia