El cinismo es un movimiento que se desarrolló en Grecia, durante los siglos III y IV a.C., y siguió en las grandes ciudades del Imperio Romano: Roma, Alejandría y Constantinopla hasta el siglo V. Uno de los orígenes del nombre está asociado a uno de sus fundadores, el primero fue Antístenes, que le puso este nombre por el lugar donde solía enseñar, que era un gimnasio llamado Cinosarges, lo que traducido, vendria a ser perro blanco o perro veloz. Después, por el comportamiento de Antístenes y Diógenes les apodaron kínicos, ya que sus comportamientos se asemejaban al de los perros. Aunque al principio esta escuela fue llamada “escuelas socráticas menores”. La actitud cínica fue iniciada en Occidente por Diógenes de Sinope en el siglo IV a.C.
El cinismo no fue una escuela a pesar de este título. Una escuela filosófica era un establecimiento en el cual se impartía una doctrina o inspiración intelectual mantenida por un grupo de personas dirigidas por un superior. Antístenes fue uno de sus fundadores y las reuniones las realizaban en un gimnasio que frecuentaban. Ellos estaban en contra de la escuela, repudiaban las ciencias, las normas y las convenciones, en especial Antístenes.
Al no tener los integrantes de este movimiento los mismos comportamientos, pensamientos o actitudes, se puede pertenecer al debido a la locura, a ser un filósofo cínico o a una actitud cínica ante la vida.
Es una filosofía que pretende alcanzar la felicidad mediante la sabiduría, la liberación del espíritu y el logro de la virtud. Son estos rasgos importantes los que diferencian al cinismo de otros movimientos de la filosofía. La escasez está indisolublemente ligada a esta filosofía. Los cínicos se desprenden de sus bienes para no sentir apego por ellos. Son ajenos a los placeres para no ser sus esclavos.
El cinismo es una forma de vivir, pensar y expresarse diferente; una crítica admirable a la estupidez humana
Anécdotas de cínicos
• Diógenes de Sinope - Cuando Diógenes llegó a Atenas, quiso ser discípulo de Antístenes, pero este no quiso. Ante su insistencia, Antístenes le amenazó con su cayado, pero Diógenes le dijo: “no hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir”. - Cuando fue puesto a la venta como esclavo, le preguntaron que era lo que sabia hacer, y el contestó: “mandar, comprueba si alguien quiere comprar un amo” - Una vez le preguntaron por qué la gente daba limosna a los pobres y no a los filósofos, a lo que respondió: “Porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos ” - Cuando le invitaron a una lujosa mansión le advirtieron de no escupir al suelo, acto seguido escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio. - En un banquete, algunos, para reírse de él le pusieron unos huesos, como un perro. Él, acto seguido, orino encima, como un perro.
• Antístenes - Una vez le preguntaron que había aprendido de la filosofía, respondió: “A ser capaz de hablar conmigo mismo” - Hay que prestar atención a nuestros enemigos, porque son los primeros en descubrir nuestras debilidades. - La virtud del hombre y de la mujer son la misma. - Decía que por todo equipaje se debería llevar solo el que en el caso de naufragio, pudiera nadar con él. - Al preguntarle qué cosa era mejor para los hombres, dijo: "Morir felices".
Los cínicos fueron famosos por sus excentricidades, de las cuales cuenta muchas Diógenes Laercio, y por la composición de numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las costumbres y los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una actitud muchas veces irreverente, la llamada anaideia. Ciertos aspectos de la moral cínica influyeron en el estoicismo, pero, si bien la actitud de los cínicos es crítica respecto a los males de la sociedad, la de los estoicos es de mera indiferencia.
El cinismo no fue una escuela a pesar de este título. Una escuela filosófica era un establecimiento en el cual se impartía una doctrina o inspiración intelectual mantenida por un grupo de personas dirigidas por un superior. Antístenes fue uno de sus fundadores y las reuniones las realizaban en un gimnasio que frecuentaban. Ellos estaban en contra de la escuela, repudiaban las ciencias, las normas y las convenciones, en especial Antístenes.
Al no tener los integrantes de este movimiento los mismos comportamientos, pensamientos o actitudes, se puede pertenecer al debido a la locura, a ser un filósofo cínico o a una actitud cínica ante la vida.
Es una filosofía que pretende alcanzar la felicidad mediante la sabiduría, la liberación del espíritu y el logro de la virtud. Son estos rasgos importantes los que diferencian al cinismo de otros movimientos de la filosofía. La escasez está indisolublemente ligada a esta filosofía. Los cínicos se desprenden de sus bienes para no sentir apego por ellos. Son ajenos a los placeres para no ser sus esclavos.
El cinismo es una forma de vivir, pensar y expresarse diferente; una crítica admirable a la estupidez humana
Anécdotas de cínicos
• Diógenes de Sinope - Cuando Diógenes llegó a Atenas, quiso ser discípulo de Antístenes, pero este no quiso. Ante su insistencia, Antístenes le amenazó con su cayado, pero Diógenes le dijo: “no hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir”. - Cuando fue puesto a la venta como esclavo, le preguntaron que era lo que sabia hacer, y el contestó: “mandar, comprueba si alguien quiere comprar un amo” - Una vez le preguntaron por qué la gente daba limosna a los pobres y no a los filósofos, a lo que respondió: “Porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos ” - Cuando le invitaron a una lujosa mansión le advirtieron de no escupir al suelo, acto seguido escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio. - En un banquete, algunos, para reírse de él le pusieron unos huesos, como un perro. Él, acto seguido, orino encima, como un perro.
• Antístenes - Una vez le preguntaron que había aprendido de la filosofía, respondió: “A ser capaz de hablar conmigo mismo” - Hay que prestar atención a nuestros enemigos, porque son los primeros en descubrir nuestras debilidades. - La virtud del hombre y de la mujer son la misma. - Decía que por todo equipaje se debería llevar solo el que en el caso de naufragio, pudiera nadar con él. - Al preguntarle qué cosa era mejor para los hombres, dijo: "Morir felices".
Los cínicos fueron famosos por sus excentricidades, de las cuales cuenta muchas Diógenes Laercio, y por la composición de numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las costumbres y los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una actitud muchas veces irreverente, la llamada anaideia. Ciertos aspectos de la moral cínica influyeron en el estoicismo, pero, si bien la actitud de los cínicos es crítica respecto a los males de la sociedad, la de los estoicos es de mera indiferencia.