Después de viajar por Egipto, Italia y Sicilia, Platón vuelve a Atenas en el año 387 a. C. y funda en esta ciudad uno de los centros educativos y de investigación más importantes de la Antigüedad: la Academia. Recibe este nombre por estar situada en un lugar cercano a los jardines dedicados al héroe Academos, en los alrededores de Atenas. En esta escuela se enseñaba música, astronomía, matemáticas (en el frontispicio del centro estaba escrito el lema "nadie entre aquí que no sepa geometría") y, como culminación de los estudios, filosofía.
Se suelen distinguir cuatro períodos en la Academia:
1.
la Academia Antigua: sigue las doctrinas de Platón pero termina acentuando las ideas pitagóricas y matematizantes que se encuentran en sus últimos escritos;
2.
la Academia Media: exagerando la critica platónica al conocimiento sensible y generalizando dicha crítica a todo tipo de conocimiento acabó defendiendo puntos de vista claramente escépticos;
3.
la Academia Nueva: escepticismo moderado, probabilismo;
4.
la Academia Novísima: dogmatismo moderado y eclecticismo.
En el año 529 d. C. el emperador Justiniano y en nombre de la defensa del cristianismo cierra la Academia (y el resto de escuelas filosóficas atenienses), prohibiendo la enseñanza de la filosofía y confiscando sus bienes.